Sian Ka’an, el origen del cielo
Localizada en la costa este de la Península de Yucatán, la reserva de Sian Ka’an es, por mucho, como lo dice su nombre, el origen del cielo. Sumérgete en una reserva natural fuera de serie, detén el tiempo y vuelve totalmente renovado.
Pasando los hoteles de moda de Tulúm, encontrarás el arco que marca el inicio de Sian Ka’an. Unos tres kilómetros más adelante, empezará la aventura hacia el secreto mejor guardado de la Riviera Maya.
Estaciona tu auto en el camping «El Último Maya». Conoce un poco de la pesca y admira la hermosa arena blanca con aguas color turquesa (y sin tanta gente). Deja que un guía te muestre la siguiente parte del camino: un paseo en lancha por todas las maravillas de la laguna.
¿Sabías que existen unas ruinas en medio de la laguna de Sian Ka’an? ¿Que hay una familia de aproximadamente 15 manatíes viviendo sus aguas? ¿Que justo en medio de la laguna ha un manantial que forma una «o» perfecta al expulsar el agua? ¿O que hay una parte hermosísima donde se junta el mar con el agua de la laguna?
Como parte del recorrido hacia el destino final, piérdete entre los manglares que, con algunos taninos rojos, le dan color al arrecife que protege la costa. Estarás tan cerca de los manatíes que escucharás esa respiración peculiar.
Llegada a KanXuk
El recorrido en lancha desde «El Último Maya» hasta KanXuk, el resort de lujo que será tu destino final, son los 40 minutos mejor invertidos sumergiéndote por completo en la naturaleza. Gracias a los guías, tendrás muchos otros datos interesante en el recorrido.
Imagina que todo a tu alrededor es una hermosa agua color turquesa y, justo enfrente, a un lado de una palmera en forma de L, te recibe un muelle de madera. Sin expectativa alguna, llegarás a la entrada de lo que fácilmente podría ser el origen del cielo.
KanXuk cuenta con nueve habitaciones, cuatro de las cuales son búngalos (con nombres de los cuatro puntos cardinales), todos completamente de lujo. La playa parece infinita durante los días soleados y el arrecife también pasa por ahí, lo que la hace tan tranquila que podría simular una alberca gigante de agua salada.
El nombre del resort proviene de una mezcla de dos palabras mayas mayas que significan “cuatro” y “esquina”, y los nombres de sus espacios están derivados del Popol Vuh, lo que infunde tradición y misticismo a la experiencia.
Dormir en el origen del paraíso
Definitivamente KanXuk enamora con cada uno de sus detalles desde el momento de hacer la reserva: hay un cuestionario acerca de tus preferencias en alimentos y el transfer, que puede ser en carro hasta la propiedad (con duración aproximada de una hora, si el camino lo permite) o el recorrido en lancha (completamente recomendado).
No te preocupes por tus maletas, todo está planeado a la perfección. La cocina en donde se preparan las delicias está al mando del chef Jesús Guzmán, quien experimenta con los diferentes elementos de la naturaleza que tiene a la mano. Todo fresco, desde los pescados y langostas, hasta las hierbas aromáticas que crecen ellos mismos por medio de hidroponia en el hotel.
De la mano del chef podrás probar el ceviche KanXuk: pesca local fresca marinada en jugo de limón y naranja agria, acompañado de mango verde, sandía, tomates cherry, aguacate, cebolla morada, cilantro y albahaca sobre una deliciosa vinagreta de mezcal, jengibre y sandía.
Un sueño hecho realidad
Saborea deliciosas bebidas de la mano del mixólogo de la casa, dándole un twist a los clásicos. La margarita KanXuk es muy recomendable: clásica, en las rocas, escarchada con sal de gusano, mezcal blanco espadín, licor de chile ancho del estado de Puebla y jugo de limón fresco endulzado con miel de agave.
Para finalizar, cena a la luz de la luna en el hermoso muelle de madera con vista a la laguna. Es el lugar ideal para organizar una pequeña boda o pasar unos días para tu luna de miel o aniversario de bodas. KanXuk es romántico y cuenta con el mejor equipo para asegurar que tu experiencia sea única. No podrás encontrar algo mejor en la Riviera Maya.