Increíble ruta de seis días por Mérida y sus alrededores
La ciudad de Mérida y sus alrededores son el destino ideal para pasar las mejores vacaciones culturales. Si mueres por visitar estos rumbos —y tienes alrededor de una semana—, échale un vistazo a este itinerario que hicimos para que no te pierdas ni un rincón esencial.
Días 1 y 2: Mérida
Para iniciar la mañana, puedes pasar a comer cochinita pibil, un platillo clásico de Mérida, en Los Almendros alrededor de un parque muy hermoso donde podrás darte una vuelta antes de iniciar el recorrido por la ciudad.
Ya con la energía recargada, puedes subirte al turibús, que tiene paradas estratégicas en diversos puntos la ciudad. Esta opción es recomendable si no quieres caminar mucho bajo el sol —y ten cuidado, ya que en Mérida suele sentirse bastante fuerte—. Por otro lado, si realmente quieres disfrutar del ambiente yucateco puedes empezar por ir al Museo Macay, que exhibe muchas obras de arte mayas y son alucinantes.
Después, cómprate una marquesita de queso de bola o de crema de cacahuate en alguno de los carritos que hay en los parques públicos del centro. De ahí, camina hacia el Palacio de Montejo, que se construyó en la mitad del siglo XVI y hoy se convirtió en un museo bellísimo.
De ahí, visita el Palacio Cantón, un espectacular edificio neoclásico que guarda piezas de la cultura maya y en donde podrás aprender bastante de su historia. También es un lugar increíble para que tomes las fotos necesarias.
Es la hora de comer y no podrás encontrar mejor lugar que La Tradición. Su chef, David Cetina, prepara maravillosos platillos en los que juega con los auténticos y tradicionales sabores o ingredientes de la región. Prueba la sopa de lima, los salbutes de venado y el poc chuc. Vuélvete loco y pide todos los postres que se te antojen.
El atardecer es perfecto para visitar la Catedral de San Ildefonso, que ofrece un espectáculo alumbrado para resaltar sus detalles arquitectónicos. No hay mejor forma de despedir un buen día. Tu primera noche en Mérida debes visitar un bar, es justo y necesario. Nuestro consejo es que vayas a Malta Cerveteca & Gastropub.
El segundo día levántate temprano, desayuna en tu alojamiento y sal a recorrer más partes de la ciudad. Antes de cualquier otra cosa, tienes que probar el famoso xtabentún, un trago ancestral. Puedes beberlo en cualquier establecimiento en el centro de la ciudad o en plazas comerciales. Piérdete durante un largo rato en las calles empedradas del centro histórico.
Más tarde, te recomendamos ir de compras al Paseo Montejo, donde encontrarás sombreros y guayaberas típicas del estado, además de una que otra concept store. No puedes volver sin al menos una prenda. Además, podrás admirar los textiles de fibras ligeras que hay, son realmente fascinantes.
Para comer, ve a Rosa Sur 32º, un restaurante que mezcla la tradicional comida yucateca con ingredientes del mediterráneo y que probablemente no encuentres en ningún otro lado de la región. Se encuentra, además, dentro del Parque Santa Lucía, cuyo ambiente bohemio seguro te enamora.
La última parte del día haz un paseo en calandria, un carruaje tirado por caballos que van por todo el centro. Sin embargo, si lo que buscas es algo más moderno: visita los barrios de Santiago y Santa Ana para recorrer las galerías de arte yucateco. Para terminar, tómate una foto en el Ateneo Peninsular, joya arquitectónica e histórica de Yucatán.
Vete a dormir temprano, te espera un día lleno de aventura.
Día 3: Celestún
En un roadtrip desde Mérida centro, Celestún se encuentra a solo 45 minutos. Es una reserva en la que hay cientos de flamingos que pintan de rosado el paisaje. Nuestro consejo es que no lleves muchas cosas empacadas (puedes llevar solo una mochila y dejar el resto en Mérida), que partas muy temprano hacia Celestún y que comas algo ligero antes de subirte al coche.
Es necesario que te levantes muy temprano, casi de madrugada, para que hagas una parada en el cenote de Dzibilchaltun de camino. Esto significa «pueblo viejo» y está tan solo a 17 kilómetros de Mérida. ¿Sabes por qué no te lo puedes perder? Es uno de los cenotes más grandes y profundos de Yucatán, así que empaca tu traje de baño y prepárate para sumergirte.
Una vez en Celestún te darás cuenta que has llegado a la cuna del ecoturismo en México, pero lo primero que tendrás que hacer es almorzar: ya es momento. Para ello, puedes ir al hotel Xixim, uno de los más famosos en este pueblo por su cuidado al medioambiente. Eso sí, asegúrate que tu almuerzo sea lo bastante completo para aguantar actividades físicas durante la mayor parte del día.
Para pasar el día puedes reservar actividades como pesca deportiva, senderismo, kayak o paseos en bici, lo que más te guste o te acomode. En cualquiera de estas actividades te darás cuenta que el aire que respiras es mucho más puro que el de la ciudad, sentirás tus pulmones reactivarse. Esto ocurre porque los manglares oxigenan dos veces más que un árbol normal.
Por la tarde debes —sí o sí— ver flamingos, por lo que será necesario que vayas a la Reserva de la biósfera de la Ría en el puerto de Celestún y contrates una lancha. El paseo cuesta alrededor de $1560 pesos para entre 6 y 8 personas, por lo que si vas solo tendrás que acompañar a una familia o grupo. En una hora verás la Isla de Pájaros, alrededor de 10 mil flamingos (impresionante, lo sabemos), pasarás por el túnel del mangle y podrás nadar en un ojo de agua dulce.
También te recomendamos ampliamente que al caer la noche, por ahí de las siete, hagas un safari nocturno para identificar al cocodrilo Morelet. También tienes que nadar por las aguas del manantial y relajarte. Regresa al hotel para una deliciosa cena a la luz de la luna y emprende el viaje de regreso a Mérida.
Día 4: Uxmal
Desde Mérida puedes ir también a Uxmal: queda a poco más de una hora en coche. Levántate temprano y emprende el viaje, querrás llegar a eso de las 9 o 10 de la mañana para que te dé tiempo de hacer todo y regresar en la tarde casi noche.
Una vez en Uxmal, te hará falta un desayuno reparador. Para eso, ve a la Hacienda Uxmal Plantation & Museum, donde podrás comer antojitos yucatecos que seguro te hacen revivir. Además, te podrás preparar para una excursión por todo el yacimiento arqueológico sin prisa, solo ten en cuenta que éste cierra a las cinco de la tarde para dar lugar a un increíble espectáculo de luz y sonido.
Este es un paraíso maya y forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad. Se dice que es «la cuidad construida tres veces» y guarda muchas actividades que puedes hacer en un solo día. Primero ve al Ecoparque Museo del Chocolate para que aprendas la importancia de esta joya, herencia de la cultura maya. El museo en realidad son pequeñas chozas temáticas en la que podrás degustar el chocolate que hacen ahí, porque con el olor se vuelve súper necesario.
Después puedes subirte a un Land Rover para pasear por el parque entre productos como hortalizas, naranjas agrias, chaya, pitaya y muchos otros. Todo esto sucede dentro de una hacienda cuyas áreas verdes te dejarán con la boca abierta. ¡Mejor forma de convivir con la naturaleza no hay! Solo asegúrate de no gastar mucho tiempo en esto, lo mejor está por venir.
Terminarás la tarde paseando por todo el complejo arqueológico, que es la principal atracción. Ahí podrás admirar la Pirámide del Adivino, el Cuadrángulo de los Pájaros, el de las Monjas y el famoso Juego de Pelota. No vayas a perderte tampoco la Casa de las Tortugas ni el Palacio del Gobernador. Otro de los imprescindibles es el Trono del Jaguar, no te olvides de tomar cuantas fotografías quieras. Para todo esto necesitarás al menos de dos horas.
Más tarde, otro hotel increíble para comer es el Lodge at Uxmal, que además de ser muy bello arquitectónicamente, buscan que la experiencia de comer ahí sea parecida a la de nuestros ancestros mayas, con ingredientes locales. Te recomendamos pedir varios platillos ya que vale la pena probar de todo. Lleva ropa ligera porque lo más probable es que haga calor y un repelente de mosquitos. Nos lo agradecerás a tu regreso.
Regresa cuando se esté poniendo el sol para que el atardecer lo admires desde la carretera. Llega a tu hotel en Mérida y descansa pues este tour aún no termina.
Día 5: Izamal
Un pueblo mágico ubicado entre Mérida y Valladolid es Izamal. Trata de llegar en auto para que estés ahí a las nueve de la mañana y desayunes en alguna de las fondas que rodean al pueblo. La comida en estos lugares es sensacional y te hará sentir un poco más cerca de casa.
Después, visita el majestuoso ex convento de San Antonio de Padua, símbolo de Izamal construido en 1533 por los españoles. Su color amarillo te envolverá y enamorará. Ahí también hay un espectáculo de luz y sonido que cuesta $100 pesos por persona, quizá te dé tiempo de volver más tarde.
Sube a la pirámide Kinich Kakmó, de 34 metros de altura. Es una de las más grandes en todo Yucatán. Cuando estés en la cima podrás observar todo el pueblo, la vida local y los monumentos que destacan entre ella. Te darás cuenta que casi todo el pueblo es de color amarillo, pregúntale a los locales la razón y escucha con atención. Es muy interesante.
Por lo mismo, te recomendamos que pases la tarde recorriendo las calles y tiendas locales. Cuando tengas hambre, por favor, ve al restaurante Kinich, que sirve comida mexicana, especialmente yucateca, con un servicio realmente increíble. Te ofrecen cervezas de cortesía y el sabor es simplemente delicioso.
Para terminar este viaje encantador, puedes tomar el auto e ir hacia Las Coloradas, las lagunas pintadas de color rosa famosas de Yucatán. Recuerda que está prohibido entrar o tocar el agua, así que solo será para que conozcas un rincón esencial. Es un viaje de al menos dos horas, así que ve con tiempo para que veas el atardecer y te dé tiempo de volver.
Puedes cenar por ahí en el restaurante Perico Marinero: camarones al coco o pescado relleno a los tres quesos. Después estarás listo para viajar hacia Valladolid, la última parada de esta ruta.
Día 6: Valladolid y ruta por cenotes
Valladolid aún conserva parte de la cultura española de la época colonial y su atractivo es en parte por las antiguas casonas de colores que adornan todo el pueblo. Para llegar, es necesario que empaques tus cosas y salgas desde Mérida, este trayecto durará casi tres horas en auto.
Una vez ahí, te darás cuenta de la increíble oferta gastronómica que hay en la cuidad. Puedes desayunar en El Mesón del Marqués. Es un gran spot debido a su arquitectura y colores, te aseguramos que una foto para Instagram no va a faltar. Pide los huevos motuleños con tortillas recién hechas. ¡Son deliciosos!
Es indispensable que visites el interior del Palacio Municipal y logres asomarte a uno de sus balcones, verás la ciudad en movimiento. Lo mejor de todo es que es gratis. De ahí puedes pasar a la Iglesia de San Servacio, construida en 1543 y cuya fachada es emblemática en todo Valladolid.
Si lo tuyo son las iglesias hay un par que son de mucho interés: la de Santa Lucía y la de Santa Ana, coloniales y preciosas. Pero, también, puedes sustituirlas por el Convento Francisco de San Bernardino de Siena en el barrio de Sisal. Es el segundo convento más grande en todo el estado y vale toda la pena del mundo.
Lo que es necesario en este viaje es que traigas contigo tu traje de baño (puesto o en tu mochila), ya que visitarás los cenotes que están en Valladolid: el primero es el cenote Zací que está en medio de la ciudad. Tiene caída libre y su entrada es por medio de un túnel. Ahí mismo, en la parte superior que da a la calle, vas a encontrar un restaurante con el mismo nombre donde podrás alimentarte después de nadar: hay lomitos de Valladolid, queso relleno, escabeche oriental y muchas cosas más.
Después, toma el coche hasta el cenote Xla’Kaj, a 20 minutos de Valladolid, donde podrás admirar la belleza poco explorada del lugar. Por lo mismo, tendrás la oportunidad de nadar con toda la tranquilidad del mundo, pues no hay ruidos molestos o demasiada gente que llegue ahí.
Otro cenote que es una perfecta oportunidad para que conozcas el agua cristalina es el Suytun, a 15 minutos de Valladolid. Aunque hay cabañas para que te hospedes, puedes llegar únicamente a admirar la belleza natural del lugar, dicen que es el cenote más instagrameable —en serio, ver para creer.
Sabemos que nadar te dejará exhausto, por lo que una vez que hayas regresado al centro de la ciudad, te recomendamos ir a cenar a un lugar donde puedas permanecer muchas horas e incluso tomarte un par de tragos antes de regresar a tu hotel.
Los restaurantes de Valladolid son deliciosos y muy bonitos. Primero puedes ir al Bar La Joyita, la cantina más emblemática de Valladolid, por una ce rveza bien fría, tal vez la más que haya. Prueba sus botanas regionales que le han validola preferencia de turistas y locales. Pide algo de cenar de la carta y comprueba que es deliciosa.
Después, para cerrar la noche, visita Conato 1910 en el barrio de San Juan, un restaurante enfocado en la gastronomía y el arte de la cultura mexicana. Está inspirado en la época colonial y cuenta con un corredor que recuerda al cine de oro mexicano. Tiene un jardín increíble donde podrás probar botanas y alguno de sus famosos tragos. Cierran a medianoche.
Descansa en tu hotel y prepárate para tu regreso.