David Hockney rompe récords

Luego del éxito de su retrospectiva en el museo Tate Britain de Londres, que recibió más 450 mil visitantes y obligó a los organizadores a abrir las puertas hasta medianoche, David Hockney, importante contribuyente del movimiento pop art, se convirtió en el artista vivo más caro del mundo. En una subasta celebrada en la casa Christie’s, en Nueva York, su trabajo alcanzó los 90.3 millones de dólares.

La obra en cuestión es “Portrait of an Artist”, que retoma dos grandes obsesiones de su trabajo en los años sesenta: las albercas y el doble retrato. El cuadro muestra una figura masculina que nada debajo del agua frente a otra totalmente vestida y elegante, que en realidad es Peter Schlesinger, antiguo amante y musa del artista.

El cuadro está inspirado en dos fotografías que, por casualidad, terminaron juntas en el piso del estudio del pintor. Una de un hombre nadando en una alberca californiana y otra de un hombre que mira hacia el piso. Al estar yuxtapuestas, parecía que uno miraba al otro. Quién se iba a imaginar que esta serendipia se iba a convertir en el cuadro más caro del mundo.

Como dato curioso: antes de Hockney, el artista más caro del mundo era el estadounidense Jeff Koons con su escultura gigante “Balloon Dog” —en su versión naranja—, que en 2013 alcanzó un precio récord de 80 millones de dólares a manos de un comprador telefónico anónimo en una venta organizada por la casa Phillips.