Perú: sus principales destinos
Por costa, sierra y selva, Perú es un país para aventureros y amantes de la naturaleza. Es un deleite para todos los sentidos ya que su capital se ha convertido en uno de los principales destinos gastronómicos del mundo.
Sin duda, el mayor atractivo del país inca es Machu Picchu, que fue nombrada una de las nuevas maravillas del mundo moderno en 2007. Para disfrutar el viaje hasta “la montaña vieja” hay un mundo de colores y sabores por disfrutar y conocer, y varios vuelos, trenes y caminos sinuosos que recorrer. Pero la recompensa de estar en la cima del mundo inca lo vale todo.
Por: Stephania Corpi
Lima
VANGUARDIA PERUANA
El conquistador Francisco Pizarro estableció en Lima lo que se convirtió, junto con México, en uno de los virreinatos más importantes de la época colonial. Si bien, la capital es la conexión natural para llegar a otros puntos, cada vez se vuelve más un destino que un punto de paso. Por su particular clima se ha ganado el nombre de “Lima la gris”, pero eso sólo se debe a que es un desierto frente al mar y las corrientes marinas provocan las nubes; los locales saben que eso no significa lluvia. Y lejos de ser “gris”, la ciudad es multicultural y ofrece todo tipo de goces.
Parques y malecones
Pasea a lo largo del malecón de Miraflores y Barranco con sus parques perfectamente cuidados. Si el día está despejado, podrás ver el Cristo de Chorrillos o la punta del puerto marítimo del Callao. Si los deportes son lo tuyo y quieres ver Lima desde otro ángulo, cerca del Parque del Amor está el parapuerto, desde donde podrás despegar en parapente para recorrer la Costa Verde desde lo alto. Abajo verás a los surfers de las playas de Makaha, Waikiki y Pampilla. Puedes unirte a ellos o tomar una clase en la playa Makaha.
Museos
El Museo Larco es una buena introducción si planeas visitar las ruinas del Valle Sagrado y Machu Picchu. Ahí conocerás sobre la cultura inca y las muchas otras que contribuyeron a la conformación del país. La casona que alberga esta colección privada es en sí digna de una visita, y el jardín y el café, a cargo del famoso chef Gastón Acurio, son un buen cierre. Otro que no puede faltar es el MALI, que en su colección permanente recoge gran parte de la historia de Perú a través de pinturas, fotografías y textiles. Y si lo tuyo es la fotografía, el Museo de Mario Testino, en Barranco, te enamorará. La colección permanente incluye una selección de fotos y videos de las incontables sesiones del fotógrafo y hay dos salas de exhibiciones temporales: en una se muestra trabajo de otros grandes fotógrafos del mundo; la segunda es la Residencia Fundación Delfina, la cual cada cada año selecciona a un artista peruano que hace una residencia de un mes en Londres para luego mostrar su trabajo aquí.
Si bien ésta es la conexión para llegar a Cusco, Lima cada vez se vuelve más un destino que un punto de paso.
Shopping
Perú sobresale por sus textiles, como la alpaca y el algodón. El Mercado Inca en Miraflores tiene de todo y de todas las regiones: espejos cajamarquinos, bordados ayacuchanos, creaciones shipibas y más. Si buscas algo de diseño moderno, no puedes dejar de ir a Dédalo en Barranco y a UNØ en Miraflores. En estas encuentras las colecciones de la nueva generación de diseñadores peruanos: Garúa, Sibblings Army, Escudo y Metric, entre otros.
Gastronomía
Hay gente que intenta quedarse más días porque al final un día sólo tiene desayuno, comida y cena. Y sobrepasar los límites de la gula en un lugar como Lima tal vez valdría la pena, pero también hay que saber gozar. Considerado uno de los lugares con la mejor gastronomía del mundo, hay de dónde escoger: ceviches y mariscos, comida criolla, andina o amazónica, nikkei (peruana-japonesa), chifas (peruano-china)… El rango de precios, sabores y lugares también es inmenso. En Central, Maido, Rafael o Casa Moreyra sin duda necesitarás una reservación, así que anticipa tu visita. Si quieres un buen ceviche, no hay como probarlo en un mercado. Y para sorpresa de muchos, en un lugar donde el mercado bovino es tan limitado, aquí se encuentra uno de los mejores carniceros del mundo: Renzo Garibaldi, y en Osso y Dondoh podrás probar sus suculentos cortes. Las barras empiezan a ser un trend importante: Osaka, además de exquisita comida, tiene tragos deliciosos y una buena selección de sake; Barra 55 tiene los mejores gin & tonic, y si quieres ir a las raíces, en Ayahuasca encuentras bebidas como la Curandero, hecha con pisco y hojas de coca.
Después de un par de días citadinos, vendrá bien un cambio a los maravillosos escenarios naturales de Perú. El Valle Sagrado, con sus majestuosas montañas, ofrece días enteros de excursión visitando los históricos pueblos incas y, por supuesto, Machu Picchu. Sus veredas son el escenario perfecto para caminatas, cabalgatas o excursiones en bicicleta. En las alturas de los Andes encuentras hermosos parajes con lagos, como el Titicaca; abajo, en la selva Amazonas, recorres silenciosamente el río que te va revelando las exóticas especies de la zona. Como hemos dicho, Lima es sólo el punto de partida, planea el resto del recorrido.
Cuzco
BELLEZA COLONIAL
A poco más de una hora en avión desde Lima, está Cuzco, una ciudad anidada en los Andes, a 3,300 metros sobre el nivel del mar. La que hace cinco siglos fue la capital del imperio inca fascina a cualquiera con sus encantadoras calles empedradas y construcciones coloniales perfectamente conservadas. Para recorrerla a tu antojo, empaca zapatos cómodos y anota estos destacados: la Plaza de Armas y la Catedral del Cuzco, por su espléndida belleza; el pintoresco barrio de San Blas delineado con estudios de artistas y artesanos; el parque arqueológico de Sacsayhuaman y Qoricancha, por su mezcla entre lo inca y lo español; y el mercado de San Pedro, que es una gran experiencia para los sentidos y merece un par de horas para recorrer sus coloridos puestos de comida, fruta, textiles y artesanías, entre otros.
Siendo un lugar tan visitado por gente de todo el mundo, puedes esperar una gran oferta culinaria. Entre los mejores restaurantes están el MAP Café, que ofrece una cocina que reinventa los platos tradicionales peruanos dentro de un cubo de vidrio en el Museo de Arte Precolombino. En su menú encuentras delicias como canelones de quinoa roja y negra al aroma de trufa blanca o el ceviche caliente de camarones a la piedra. Otro que no te puedes perder es Cicciolina, una mezcla de cocina novoandina y sabores mediterráneos, que ocupa el segundo piso de una casa colonial a unos cuantos minutos de la Plaza de Armas. Haz una reserva si quieres cenar cómodamente en el salón en mesa con mantel blanco.
Valle Sagrado
CUNA DE LA CIVILIZACIÓN INCA
El Valle Sagrado junto con Cuzco y Machu Picchu formaban parte del corazón del imperio inca. Este valle cargado de belleza comienza a 32 kilómetros de Cuzco y tiene grandes sitios por visitar.
Pisac. Prácticamente la puerta al valle, este vibrante pueblo hospeda un mercado diario donde se pueden conseguir artesanías textiles excepcionales. El sitio arqueológico se encuentra en una meseta sobre el pueblo, desde la que se aprecian las ordenadas terrazas agrícolas. Se puede llegar en taxi o caminando: son cuatro kilómetros con una pendiente considerable (dos horas, sólo subida).
Chinchero. Un pueblo de típicas calles andinas y renombrados talleres de tejedoras, como el de Nilda Callañaupa. Hace 28 años, Nilda tomó la iniciativa de agrupar a mujeres que compartían su pasión y, con el tiempo, logró que las jóvenes, que habían perdido el interés en tejer, aprendieran de las personas mayores y se conectaran nuevamente con este arte ancestral.
Moray. Aquí no encuentras ruinas de un templo o un palacio. Se trata de tres círculos profundos con terrazas anilladas. Las terrazas dispuestas en diferentes niveles le permitían a los incas experimentar con cultivos que crecían a distinta altura, cada nivel es un microsistema y el círculo más profundo tiene 15 de ellos.
Maras. Una salinera natural sobre una montaña, como un tapete blanco dispuesto en diferentes terrazas sobre el que se puede caminar. La sal de Maras es popular entre los chefs y también para hacer mezclas medicinales.
Ollantaytambo. Esta ciudad inca del siglo 13 contiene algunas de las edificaciones más asombrosas del valle y es el mejor ejemplo de la planificación que invertían en sus ciudades. Las mañanas pueden ser agitadas, muchos pasan en camino a Machu Picchu, pero cerca del mediodía vuelve a la calma y recorrer sus callejuelas es muy agradable.
Dónde quedarse
Hospédate en una de las acogedoras casitas del Relais & Chateaux Sol y Luna, en Urubamba, el punto medio perfecto. Rodeado por montañas, Sol y Luna reúne la diversidad cultural y natural de Perú en una experiencia de exquisitos contrastes. La armonía del entorno natural, la arquitectura ecléctica y el selecto arte popular le confieren un auténtico carácter peruano. Con los productos de cada cosecha, entregan una gastronomía delicada que respeta los sabores originales y que maridan con vinos de todo el mundo. Y en el exclusivo spa el cuerpo se reconcilia con la altitud para alistarse a descubrir el país quechua que lo rodea.
Agenda una cabalgata y dirígete con calma a Moray, o anda a Pisaq o Ollantaytambo en bicicleta o todoterreno. Si eres de ritmo más tranquilo, las actividades culturales o las gastronómicas ocuparán tu tiempo. Dentro de lo cultural podrás admirar de cerca el arte de los textiles peruanos, una demostración de Caballo Peruano de Paso o participar en un taller de cerámica. En lo gastronómico podrás acompañar al chef Nacho en un tour por el jardín orgánico y aprender de los ingredientes locales para luego poner todo en práctica en su cocina.
Tu estadía además aporta para educar y dar oportunidad a niños sin recursos de la zona a través de la asociación Sol y Luna.
Machu Picchu
LA JOYA DE LA CORONA
“La ciudad perdida de los incas”, con sus casi cinco hectáreas de templos y jardines a lo largo de terrazas, es el sitio arqueológico más importante de Sudamérica y uno de los más cautivadores del mundo. A pesar del gran número de turistas que recibe diariamente, Machu Picchu no pierde su misticismo, y no deja de ser la joya de cualquier recorrido en Perú.
La experiencia de lujo
La manera más exclusiva de llegar a Machu Picchu es, indiscutiblemente, a bordo del lujoso tren Belmond Hiram Bingham. Nombrado así en honor al explorador que redescubrió el sitio, los elegantes vagones del tren recuerdan a la década de los años veinte, con sus telas finas y detalles de madera lacada.
Saliendo desde Poroy, cerca de Cusco, el recorrido cubre 90 km en tres horas y media. Mientras, el mâitre te ofrece una copa de champaña y te acomodas para disfrutar de magníficas vistas y música peruana en vivo.
Ver Machu Picchu por primera vez te quita el aliento, y con Belmond tendrás un guía experto esperándote para contarte todo en el sitio arqueológico. Una vez termines el tour de las ruinas, te sientas a tomar té tranquilamente en el Belmond Sanctuary Lodge.
En el tramo de vuelta te deleitan con una cena de cuatro tiempos preparada con ingredientes y recetas locales, mientras el sol se oculta detrás de las montañas.
La tradicional
Hay otras dos maneras de subir: en bus o caminando. Si tienes buena condición y espíritu aventurero, lo puedes hacer a pie desde Cuzco, y podrás acceder un poco antes que los que suben en bus. Tu primer acceso es obligadamente con un guía, pero es algo que agradeces pues conoces detalladamente su historia.
El Camino Inca
Una icónica ruta que implica 43 km de bosque, niebla, llamas, vistas majestuosas y varias noches en carpa para llegar a Machu Picchu. Tremenda travesía requiere una preparación física y reservar seis meses antes. Lo más recomendable es escoger bien la temporada y organizar tu viaje con expertos que saben con quién hacer el recorrido.
Titicaca & Cañón de Colca
DE ALTURAS Y PROFUNDIDADES
Experimenta vibrantes pueblos y maravillas naturales a bordo del Belmond Andean Explorer, el primer tren-hotel de Sudamérica, en expediciones de una o dos noches. Saliendo desde Cuzco, atraviesa las llanuras de los Andes para llegar a las reflejantes aguas del lago Titicaca. Este último, que es el lago navegable más alto del mundo, tiene una serie de islas hechas por el hombre y con Belmond visitas dos: Uros y Taquile. Más adelante, el tren para en el kilómetro 93 para dejar bajar a quienes agendaron una extensión al Cañón del Colca y el encantador Puno. El recorrido regular continúa hacia el centro de Arequipa, la segunda ciudad más grande de Perú y una de gran belleza. Su elegante centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está construido mayormente de sillar, a lo que debe su apodo “la ciudad blanca”. Rodeado de tres volcanes, Arequipa se ha convertido en una base para las aventuras outdoors y la puerta al maravilloso Cañón de Colca, dos veces más profundo que el de Colorado, en Estados Unidos.
En contraste con los dramáticos exteriores, cada cabina del Belmond Andean Explorer ofrece una ambiente relajado con acentos de textiles peruanos, baño y, pieza clave, oxígeno en el sistema de aire para mayor comodidad a esa altura.
Extensión Cañón de Colca
En el Cañón de Colca lo ideal es reservar un bungalow en Belmond Las Casitas, donde podrás reducir el ritmo del viaje leyendo a un lado de la alberca o con un masaje en el spa. Para los más activos, hay paseos en caballo o bicicleta, caminatas y clases de cocina, en las que podrás preparar la trucha que tú mismo pesques en su estanque.