The Walled Off Hotel: la peor vista del mundo
Eso ofrece este alojamiento financiado por el artista Banksy para conmemorar el centenario de la invasión británica en palestina. El hotel está situado frente al muro israelí, un polémico lugar que tiene gran importancia a nivel político y espiritual.
La experiencia es, sin lugar a dudas, es bastante inusual: el hotel-museo es una protesta y una invitación a los israelitas para que se acerquen al muro a dialogar. Para el resto de nosotros, el sitio es una clase de historia de primera mano al descifrar uno a uno los cientos de mensajes que el artista a plasmado en las obras que exhibe.
La decoración de tres de las diez habitaciones estuvo a cargo de los artistas Dominique Petrin, Sami Musa y el propio Banksy. Cada una con su tema, desde literas compartidas con material reciclado de un cuartel militar israelí, hasta suites presidenciales que tienen, bajo sus propias palabras, “todo lo que un jefe de estado corrupto podría necesitar”. Ante todo, el humor siempre destaca.
Las áreas comunes no se quedan atrás: comenzando con un piano bar con pinturas al óleo intervenidas por el artista británico y esculturas con máscaras de gas lacrimógeno. Todo esto acompañado de té y scones en platos de porcelana. La pianola está programada para dar conciertos diarios, con arreglos de artistas como Jarvis Cocker, Chilly Gonzales y Jehnny Beth.
También cuenta con una galería —totalmente independiente del hotel— que fue curada por el reconocido historiador y crítico Housni Alkhateeb Shehada, quien se encargó de reunir una colección permanente de los mejores artistas palestinos de los últimos años, incluyendo el trabajo de Sliman Mansour. En otro salón se llevan a cabo exposiciones temporales y muchas obras originales están a la venta.
Será imposible salir de ahí sin pasar por la tienda de souvenirs, donde podrás adquirir pequeñas esculturas que anticipan el día en que el muro será derrumbado. Tampoco te puedes perder su propia versión de “Wall-Mart”, una tienda con todo el equipo necesario —artículos de arte, pintura en spray, escaleras en renta— para dejar tu propio mensaje en el muro. Si no sabes ni por dónde empezar a la hora de vandalizar una pared, no te preocupes: también hay clases para toda la familia de cómo aplicar un stencil.