8 maravillosas experiencias que debes tener en Marruecos
Si África es un destino inigualable, Marruecos es uno de sus mejores exponentes. Los viajeros que logran visitar este país siempre buscan volver. Si es tu caso —y aunque no lo sea—, te dejamos esta lista con experiencias que debes vivir al menos una vez.
Hacer glamping en el desierto del Sahara
La tendencia de acampar de forma glamurosa va en aumento. El desierto del Sahara no es la excepción y es probable que no te arrepientas. Con este «glamping» tendrás la oportunidad de dormir bajo el cobijo de las estrellas y ver el amanecer en uno de los paisajes más bellos de Marruecos, claro, sin perder ninguna comodidad.
Vuelo en globo aerostático por las montañas del Atlas
Para esta experiencia hay que despertar muy temprano. Pero vale la pena. Durante cuatro horas podrás ver el amanecer mientras sobrevuelas las inmensas montañas del Atlas. Asegúrate de recibir un pequeño desayuno típico berebere, que te dará la energía que necesitas durante el día después de la desmañanada.
Pasar una mañana en el Riad Yasmin
Aunque la oferta hotelera de Marrakech es bastante amplia —y lujosa que este lugar—, este pequeño riad ha cobrado fama en las redes por ser sumamente fotogénico. En su patio tiene una de las mejores piscinas de la ciudad para que pases la mañana con un buen desayuno, pues es bien sabido que la mejor hora para turistear es cuando baja el sol.
Tomar fotografías en el Palacio Bahia
Este es uno de los mejores lugares para tomar fotografías debido a que su arquitectura resalta los colores cafés, blancos, rojizos y azules. Si quieres encontrar el spot perfecto para una selfie profesional, no busques más: es aquí.
Pasear por las Cascadas de Ouzoud
Las más espectaculares de Marruecos. Aquí te envolverá la naturaleza y podrás darte un baño refrescante en sus aguas frías, lo necesitarás por el calor que sentirás en todo el país. No olvides echarle un vistazo a la flora y fauna que ahí habitan.
Visitar los Jardines Majorelle y el museo de Yves Saint Laurent
Se trata de un jardín botánico diseñado por un artista francés en 1924 cuya elegancia y paisaje invita a tomar un pequeño brunch —con mimosas incluidas— antes de continuar con tu recorrido hacia el museo del diseñador. Al terminar no olvides pasear por esta zona de la ciudad, que sorprende por su modernidad y oferta para las compras.
Disfrutar de un hammam tradicional en el Mamounia
Un hammam es, básicamente, un spa. Aunque es relativamente fácil encontrarlos por todo Marruecos, te recomendamos el de La Mamounia, el hotel más lujoso de Marrakech, donde ofrecen tratamientos tradicionales o modernos, de acuerdo a tus intereses y gustos. El puro lugar, un antiguo palacio, es un deleite.
Ir por tragos al Museo de la Fotografía
Algo que muy pocos saben es que el Museo de la Fotografía, que es espectacular por sí mismo —diseñado por el arquitecto David Chipperfield—, guarda una terraza en la que puedes tomar un par de tragos y disfrutar de la asombrosa vista de la ciudad al atardecer. Claro, después de ver la exhibición en turno.