24 horas en Celestún

Celestún es un de los viajes laterales imperdibles a tu paso por Mérida. Y sí, aunque ver flamingos rosas es una de las principales motivaciones, el puro entorno natural —entre playas, manglares, rías y ojos de agua— rebasa toda expectativa. Acá una guía para que le saques el mayor provecho a este destino.

Por la mañana

Ya sea que vengas de Mérida o de Campeche, la mejor opción sin lugar a dudas es rentar un coche para recorrer las bellezas naturales de esta zona a tu paso. Lo primera parada debe ser la Biosfera Ría Celestún, una reserva natural que es hogar de un montón de especies y aves, incluyendo una colonia de flamingos rosas, más poblada sobre todo durante los meses de noviembre a marzo. A tu llegada podrás elegir entre un bote privado o compartido. El recorrido por las aguas rojizas del manglar dura un par de horas e incluye la visita a la Isla de los Pájaros, al Ojo de Agua y, por supuesto, a los flamingos.

Por la tarde

Después de pasar unas horas rodeado por la naturaleza, es momento de acercarse al puerto para probar las delicias locales. Uno de los secretos mejor guardados por los locales es Los Pámpanos, un pequeño restaurante a pie de playa de estructura simple pero platillos deliciosos. Lo mejor es pedir una mesa frente al mar y ordenar al centro para probar un poquito de todo. Los platos estrella: las empanadas de jaiba, el coctel de caracol, el pescado relleno de jaiba y camarón y la langosta thermidor.

Por la noche

El resto de la tarde es para pasarla en el mar. Ya sea tomando el sol o dentro de las aguas cristalinas. ¿Sigues con ánimo de aventura? Entonces platica con alguno de los guías locales —es complicado llegar por tu cuenta— para que te lleve a Real de Salinas. Una antigua hacienda, montada durante el auge salinero, convertida en ruinas, en el buen sentido de la palabra. La escena es sumamente fotogénica: una especie de pueblo fantasma carcomido por un manglar de aguas rosadas. La historia detrás del abandono de este lugar está llena de viejas rivalidades entre los yucatecos y campechanos y hasta una supuesta maldición. ¿Alguien dijo chisme histórico?