24 horas en Copenhague
No importa si el trabajo o el tour europeo te llevan a la capital danesa: seguramente te enamorarás de su historia, comida y oferta cultural en tu próxima visita exprés.
POR LA MAÑANA
Una palabra: Torvehallerne. Es un gran mercado con nada más y nada menos que más de 60 puestos con una oferta gastronómica para todos los gustos. ¿Qué recomendamos? Los tradicionales roles de canela. No te preocupes si ya te dio la nostalgia por la comida nacional, que también hay un puestito de tacos y quesadillas. Camina unos 10 minutos y llegarás al castillo Rosenborg, construido en el siglo XVII. Tiene un jardín gigante en donde podrás admirar la construcción y la naturaleza desde una de sus bancas.
POR LA TARDE
Si estás en mood de compras, el área de Pilestræde es para ti. En NagPeople o en Whyred encontrarás diseños modernos, independientes y de alta calidad. Cerca de ahí, en Charlie’s Bar, puedes probar alguna de las 18 cervezas artesanales que tienen y comer un snack. ¿Quieres un museo? Cambia la rutina cultural y ve al Ragnarock, el museo de pop, rock y cultura joven, que además tiene un diseño arquitectónico colorido y vanguardista. Está a una media hora en auto, pero vale la pena el trayecto.
POR LA NOCHE
No te puedes ir de Copenhague sin pasear por Nyhavn, un canal colorido con lugares para comer y ver. Muy cerca de ahí está el distrito de comida y tienes dos opciones: Noma, un lugar veggie friendly muy top (tanto, que tal vez necesites reservar con anticipación) o The Bridge Street Kitchen, otro mercado moderno con decenas de opciones para probar comida de todo el mundo. Recomendamos GRØD, bowls locales de autor. Si te gusta el jazz, puedes ir a Jazzhus Montmartre o a Sofiekælderen, lugares recomendados también por su coctelería y buen ambiente.
CÓMO LLEGAR
Desde el continente americano, tendrás que pasar antes por Estados Unidos, Canadá o Europa. Si ya estás en el Viejo Continente, llegas en casi todo: tren, autobús, crucero, ferry o avión. Eso sí: si vas a estar 24 horas en la capital danesa, compra una Copenhagen Card, no solo para usar el transporte —el metro te lleva desde el aeropuerto hasta la ciudad—, sino para entrar gratis a museos y atracciones turísticas.