10 cosas que siempre deberías hacer en tus viajes
Sin importar cuál sea el motivo de tu visita, llevar a cabo estas acciones te acercará a convertirte en un viajero más completo y consciente.
Acercarte a los locales
Convivir con la gente que habita un destino no solo te ayudará a recibir consejos para tu viaje, sino que también te facilitará tener una visión más profunda y enriquecedora, a vivir —a través de su experiencia— un sitio. Atreverse a romper el hielo con un extraño puede llevarte a entablar una amistad más allá de las fronteras.
Llevar un registro de tu viaje
No le confíes todo a tu memoria: anotar tus vivencias en una agenda te permitirá acudir a ellas en el futuro, ya sea que lo hagas para recordar un detalle, dar un consejo basado en tu experiencia o simplemente por el placer de revivir un viaje. Tomar fotografías también es un gran recurso para inmortalizar tu travesía, ¡solo recuerda no abusar de ello y experimentar también a través de tus ojos!
Respetar las costumbres
Cada región del planeta posee tradiciones de suma importancia para sus habitantes, por ello te sugerimos investigar previamente sobre ellas y no transgredirlas; hacerlo te convertirá en un viajero más consciente, evitará que ofendas a los locales y tal vez, si te identificaste con alguna, podrás aplicarla a tu vida de vuelta en casa.
Hacer una excursión fuera de la ciudad
Anímate a salir por un día de la comodidad de las grandes urbes: descubrirás que en la cercanía hay un montón de experiencias únicas e inesperadas. Explorando los pueblos y escenarios naturales que rodean a las ciudades podrás obtener una impresión más profunda de una región o país sin invertir mucho tiempo y recursos.
Dejar un día sin planear
Sabemos que organizar cada detalle del viaje es un hábito que facilita muchas cosas, sin embargo, también se vale dejar un día del calendario en blanco para disfrutarlo sin prisas, sin presiones. Date chance de vagar por un barrio o de sentarte en un cafecito a ver pasar la tarde: podrías tener un encuentro con situaciones casuales y espontáneas.
Probar el platillo típico
Esta recomendación podría parecer muy obvia, sin embargo, vale la pena recordártela.
Pocas cosas son tan satisfactorias como integrar sabores nuevos, o incluso notar que lo que creías saber sobre alguna preparación es completamente distinto a la realidad. A través de la comida se puede aprender sobre la historia, hábitos y naturaleza de un destino.
Tomar el transporte público
Hay varias ventajas de hacerlo. La primera es que ahorrarás considerablemente porque en la mayoría de las ciudades el transporte privado (taxi, Uber, etc) es caro. La segunda es que podrás cubrir una mayor distancia en menos tiempo, además de que te permitirá echar un vistazo a la vida cotidiana de su gente.
Aprender frases en otro idioma
Básico y muy útil para cualquier situación, desde pedir algo en un restaurante hasta saber dónde está el baño. Siendo más aventurados, saber algunas palabras podría incluso salvarte de caer en confusiones o problemas indeseables. ¡A descargar una app de idiomas!
Conocer la escena nocturna
Muchas ciudades mutan su rostro al caer el sol, por eso es siempre buena idea dedicar una noche a explorar los clubes y bares preferidos por los locales. Además de divertirte te va a sorprender enterarte de las canciones y bandas de moda. Impresiona a todos con tus cualidades innatas de latino sobre la pista de baile.
Conservar motivos para volver
No intentes «beberte» un lugar de un solo sorbo: ¡deja siempre atractivos por disfrutar y pretextos para embarcarte en tu siguiente aventura! Verás que en cada retorno a una ciudad, pueblo o paisaje hallarás nuevas experiencias. Conviértete en un viajero ávido por adentrarse en un destino a profundidad.